De pulpería a Notable: un siglo y medio de historia porteña

octubre 07, 2014

De pulpería a Notable: un siglo y medio de historia porteña

Edificio original de 1864 que supo ser pulpería, prostíbulo y almacén con despacho de bebidas. Víctima de la fiebre amarilla, protagonista de costumbres porteñas, testigo de un crimen pasional. Escenario para clásicos del cine argentino, reducto de músicos, artistas y escritores notables, museo de antigüedades con reliquias de bodegón, publicidades centenarias, postales del pasado. Soberano de la mítica esquina de Perú y Carlos Calvo, compañero de vicios y pasiones, cómplice de encuentros históricos.

Presentar al bar más emblemático de San Telmo es una tarea enciclopédica, además de incompleta: los 150 años que cumple su arquitectura esconden secretos que terminan transformándose en mitos y leyendas. Los vecinos y parroquianos -autorizadas voces en el asunto- las repiten con orgullo, garantizando su larga vida. Hablar de la esquina de Perú y Carlos Calvo es hablar de historia porteña, de la transformación de San Telmo, de la evolución de sus almacenes, de las costumbres de sus habitués. El local, de pie y coleando desde 1864, inició sus días como pulpería: el trazado rural del barrio incluía un paisaje con un río más próximo, calles de tierra y palenques para caballos. Desde entonces, el ritual del café, la reunión con parroquianos y la charla sin apuro atravesarían todas las versiones y formatos del edificio Federal. Bien entrado el siglo XX, en la década del 70’, su identidad cobraría la forma definitiva de Bar El Federal, reducto para disfrutar de típicos platos porteños con reminiscencias ítalo-españolas (pastas caseras, tablas y picadas, tortillas y escabeches, sándwiches especiales), cerveza de elaboración artesanal, sidra tirada y buenos vinos, toda una experiencia gastronómica ilustrada por una notable colección de antigüedades, avisos publicitarios del siglo pasado y fotografías históricas.

La precisión en los datos y la rigurosidad en los nombres escasean, pero sobran los motivos para celebrar: por eso desde julio, Bar El Federal se ha dedicado a empachar a sus comensales con placeres culturales y gastronómicos. “Mirada Federal” es la muestra fotográfica en blanco y negro que Sergio Gasali expone hasta fin de año; “Un cuento Federal” es el concurso literario que en octubre revelará la pluma del relato más notable;“Postales Souvenir” es la colección que ilustra al bar en una serie exclusiva firmada por BAIRES BAIRES. El programa radial “Los Notables”, conducido por el coordinador del grupo cultural homónimo, Leonardo Busquet, fue emitido en vivo desde el bar con exquisitos invitados dedicados a la cultura cafetera y/o porteña: Otilia Da Veiga, Horacio Spinetto, Italo Daffra, Carlos Cantini, Pilar Barrientos y Luis Alberto Fazio. “Edificio Federal” fue una charla abierta al público con expertos oradores en arquitectura, patrimonio, historia urbana y consumos del ayer: Fernando Diez, Horacio Spinetto, Gustavo Choren y Diego Zigiotto.

Para el cierre de los festejos, el domingo 9 de noviembre tendrá lugar “El Federal puertas afuera”, un festival con música, teatro y literatura junto a buenos amigos, habitués históricos y personalidades notables. Desde las 3 de la tarde, Carlos Calvo al 500 se encontrará cerrada al tránsito para recibir a los protagonistas de la tarde: la Tom Waitsed Band, el grupo de narradoras dirigido por María Idiart y Lidia Corradi, con la participación especial de Norma Pecorelli, Claudia Cane, Natalia Beneitez y Clara Silvia Ioscovich, y el bandoneonista Mariano Dubiansky, entre otros.

Si hubiera que acotar la definición a un puñado de palabras, sería justo hablar decostumbres argentinas, como rezaba aquel himno del rock de los '80: Bar El Federal es una invitación a revivir el ritual del Café y del café (como institución y como charla respectivamente), a descubrir el patrimonio cultural porteño, a comer rico y abundante; en definitiva, a reencontrarse con el Buenos Aires de hace un siglo y medio, aún vigente en 2014 cada vez que se abre de par en par la puerta de doble hoja…