Café Tortoni

Buenos Aires, el Café Tortoni

Por Jorge Sahores, en 30 de Mayo de 2008

Ubicado en el número 825 de la tradicional Avenida de Mayo, en el corazón de la capital argentina, el Café Tortoni es quizás el establecimiento más representativo del espíritu de dicha avenida, así como una leyenda de la ciudad, con su rica y profusa historia.



En él se llevó a cabo la Peña Literaria de mayor trascendencia de la ciudad de Buenos Aires, liderada por el recordado pintor Benito Quinquela Martín.
Actualmente se mantiene como un tradicional punto de encuentro, así como un centro de difusión cultural y turístico.
Inaugurado en 1858, existen dos versiones respecto al por qué de su nombre: la primera de ellas hace referencia a un inmigrante francés de apellido Touan, el cual inauguró el bar en la esquina de Rivadavia y Esmeralda, nombrándolo Tortoni en honor a un establecimiento del Boulevard des Italiens, en el cual se daba cita la elite de la cultura parisina del siglo XIX.


La segunda teoría, se inclina por una persona llamada Oreste Tortoni, que habría inaugurado el café sobre la cercana calle Defensa, a la altura del 200. Uno de los últimos dueños del café, el señor Fanego, apoya la primer versión, señalando que la segunda surgió luego del error de un articulista de un folleto publicitario para uno de los proveedores, que involuntariamente dio vida a Oreste Tortoni.
Por su parte, Enrique Puccia, historiador de Buenos Aires, descubrió que en efecto hubo una guía de la ciudad donde el Café Tortoni aparece ubicado en la calle Defensa al 200.
A lo que otros, en un interminable debate, refrendan que el Gran Mapa Mercantil de la Ciudad de Buenos Aires, en su edición de 1870, obra de Rodolfo Kratzenstein, lo sitúa entre las calles Rivadavia y Esmeralda, con el mencionado Touan como propietario.


Sea cual fuese la versión correcta, el café fue trasladado en el año 1880 a su actual ubicación, que previamente albergó al llamado Templo Escocés de Buenos Aires, con la diferencia que éste ostentaba su entrada principal por la calle Rivadavia.


A partir de 1898 la entrada principal pasó a ser por Avenida de Mayo, (la cual se inauguró en 1894), y la fachada fue realizada por el arquitecto Alejandro Christophersen. Sobre fines del siglo XIX el café fue adquirido por otro francés, Celestino Curutchet, que residía en los altos del mismo, y a quien el poeta Allende Iragorri describió en alguna oportunidad como “el típico viejito sabio francés…. Menudo de cuerpo y fuerte de espíritu, estilaba la clásica perilla alargada, ojos vivísimos y usaba un casquete árabe de seda negra, casi un personaje de historieta que agregaba otro acento peculiar a la fisonomía el lugar.”
En el café funcionó La Peña dirigida por Benito Quinquela Martín, la cual tuvo sus inicios en 1926, y tuvo como objetivo fomentar la protección de las artes y las letras, hasta su desaparición en 1943.
Dicha peña se había creado en el café La Cosechera (en las calles Perú y Avenida de Mayo), para luego trasladarse a las mesas del Tortoni. Dada la popularidad de la peña, y la enorme cantidad de asistentes, el lugar comenzó a verse desbordado, eventualmente, Curutchet cedió generosamente la bodega de vinos para que se pudieran reunir con más comodidad, y trasladó la vinería a otro lugar, todo esto, expresando: “los artistas gastan poco, pero le dan lustre y fama al café….”


De esta manera la peña autodenominada Agrupación Gente de Artes y Letras, fue inaugurada el 24 de mayo de 1926, llevando a cabo labores de difusión cultural mediante conciertos, recitales, conferencias, debates, etc.
Entre sus asistentes regulares se encontraban figuras de renombre como Alfonsina Storni, Baldomero Fernández Moreno, Juana de Ibarbourou, Arturo Rubinstein, Conrado Nalé Roxlo, Ricardo Viñes, Roberto Arlt, José Ortega y Gasset, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Luigi Pirandello, García Lorca y Molina Campos, entre otros.


En el ámbito de la política, personalidades como Lisandro de la Torre, Ernesto Palacio y Marcelo Torcuato de Alvear se sentaron a las mesas del popular café, así como figuras como Carlos Gardel (quien cantó una vez un tango en homenaje al autor italiano Luigi Pirandello, que acababa de dar una conferencia en La Bodega) y el campeón mundial de automovilismo Juan Manuel Fangio; en el plano internacional, son recordadas las visitas de Albert Einstein y Federico García Lorca; y Jefes de Estado como el Rey Juan Carlos de Borbón.
Al ser disuelta la agrupación en 1943, todo lo recaudado por la venta de los muebles (entre ellos un piano Steiway en el que tocaron Arturo Rubeinstein, Alejandro Brailowsky, Lía Cimaglia y Hector Panizza) se destinó a la compra del granito con el cual Luis Perlotti erigió el monumento a la poeta Alfonsina Storni en Mar del Plata, así como la adquisición de amoblamiento para el recreo en el Tigre, donde muriera el escritor Leopoldo Lugones, y la construcción de un monumento a la memoria del pintor Fernando Fader, en la ciudad de Mendoza.


En la actualidad, el café es propiedad del Touring Club Argentino y la sala La Bodega, en el subsuelo, alberga diferentes artistas de tango y jazz. En este último género es digna de destacar la permanencia de la Fénix Jazz Band, una banda argentina de jazz tradicional que actúa todos los sábados, ininterrumpidamente desde 1978. Allí también tienen lugar presentaciones de libros y concursos de poesía.
El café aún conserva la decoración de sus primeros años en un excelente estado de preservación, en el salón posterior sobre la salida por calle Rivadavia, se encuentra una biblioteca y al fondo mesas de billar y salones para jugar al dominó y a los dados.


¿Cómo llegar?
Ubicación: Av. de Mayo 825.
Barrio: Monserrat.
Colectivos: 9, 10, 17, 45, 56, 59, 64, 67, 70, 86, 91, 100, 105.
Subterráneo: Línea “A”, estación Piedras
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