Un viaje en barco al Siglo XVIII, en pleno corazón porteño
Cerámicas inéditas, cuchillos, pipas, cañones y más.Clarín.com accedió al tesoro arqueológico que exhibirán de la embarcación desenterrada de Puerto Madero.
Tras conocerse algunos de los secretos del barco de Puerto Madero, Clarín.com accedió a los objetos que formarán parte de la muestra sobre la -ya famosa- nave, que estará lista a partir del 14 de septiembre en la también histórica Casa de Liniers (Venezuela 469), en pleno centro porteño.
Si bien su existencia quedó emparentada al término “galeón”, el mismo no es tal, sino más bien un simple barco mercante español de mediados del siglo XVIII. Según el director del proyecto "Pecio Zencity" de la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico de la Ciudad (DGPeIH), Javier García Cano, el valor histórico y patrimonial del barco es que “cuenta, a través de los objetos, el común”.
“Buenos Aires era una ciudad con una vida sencilla, común, de la cual hay muy pocos materiales que dan cuenta de ello”, explicó García Cano. Y siguió: “Este es el típico barco que mantuvo conectado al Río de la Platacon todo el mundo, ya que a nuestro río no entraban grandes flotas”.
Respecto de qué fue lo más difícil de encarar en estos cuatro años, el experto contestó que el proyecto “era complejo en sí mismo”. Según dijo, uno de los problemas fue mudar las 25 toneladas de madera, muy deterioradas, a seis kilómetros de donde se lo encontró, y luego volver a enterrarlo.
“Eso es, en sí mismo, un operativo que en Argentina y Latinoamérica no se había hecho, con lo cual la experiencia era cero”, explicó el especialista en arqueología submarina. Otra dificultad fue conservar material orgánico como la cabuyería (sogas, cabos), que, por lo general, nunca se conserva. En este caso había mucho en buen estado por estar mucho tiempo en contacto con el agua.
Además de la cabuyería, se podrán ver algunos objetos comunes para la navegación de la época, como cañones, cuchillos con su vaina de cuero, pipas, herramientas y hasta dibujos tallados en madera, quizásobra de algún marino aburrido.
Un caso único es el de un tipo de cerámica española, porosa, utilizada comúnmente en esa época, de la que sólo Cuba y ahora Argentina poseen piezas. “Desde España nos envidian porque ellos mismos la fabricaban y ahora no cuentan con ninguna”, se enorgulleció el profesional.
La muestra estará acompañada también por videos en 3D, fotos y dibujos de cómo se veía el barco. El mismo no se verá porque fue enterrado en abril de 2010. “Es la mejor manera de poder conservarlo en muy largo plazo a muy bajo costo. La gente sí va a poder ver dibujos y fotografías del pecio (término técnico para restos de una embarcación naufragada)”, concluyó García Cano.
Para aquellos que quieran adentrarse aún más al mundo del barco,pueden descargarse en PDF el libro “Un mercante español en el Puerto Madero de Buenos Aires”, realizado por la DGPeIH.
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