Buenos Aires desde el aire, en la década del 20 y el 30
Juan Bautista Borra y Enrique Broszeit, dos jóvenes pilotos y aventureros, sobrevolaron la ciudad en un biplaza y registraron en fotos sus recorridos; 90 años después, esas locuras se convirtieron en una colección invaluable
Eran bohemios, audaces, aventureros y capaces de subirse a cualquier avioneta para aprender el oficio de fotografiar desde el aire. Eran los años 20, se sabía poco de este arte y había escasas imágenes panorámicas de la Ciudad de Buenos Aires.
Por tal motivo el trabajo que realizaron durante años Juan Bautista Borra y Enrique Broszeit tiene hoy singular importancia ya que sirve para observar y comparar diferentes escenas y lugares.
Iniciándose como el asistente del piloto inglés Sydney Holland, Borra tomó las primeras imágenes asomándose por los costados de las avionetas biplaza de la época. Promediada la década del 20 y Broszeit también daba los primeros pasos en la fotografía área.
"Los dos se conocieron y se hicieron amigos durante toda la vida", dice hoy el arquitecto Juan Carlos Borra, al hablar de la amistad entre su padre y Broszeit. "Ninguno de los dos era piloto, estaban como intrusos en ese mundo, unidos por la relación que tenían con los pilotos de la época, la mayoría de ellos eran extranjeros", cuenta.
Las cámaras que utilizaban los jóvenes amateurs eran Contessa Nettel, Voigtlander y Zeiss Ikon. "Todas de mano, fotografía oblicuas, amateur, no tenían idea de lo que hacían y nunca imaginaron que hacían algo que hoy resulta valioso", resalta Borra.
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