Dos íconos porteños ya son centenarios
La Confitería Ideal es una de las más tradicionales de la Ciudad. En la librería El Ateneo comenzó, a fines de los 60, lo que luego sería la Feria del Libro porteña. Ambos celebran con actividades.
El festejo dentro del festejo. Esta nueva edición del Día de los Cafés de Buenos Aires, que se celebra hoy, es la excusa perfecta para homenajear a la Confitería Ideal en su centenario . A partir de las 19, en el enorme salón de Suipacha 384 se presentarán el Coro Kennedy y el Quinteto Viceversa, entre otras intervenciones artísticas.
La Confitería Ideal se convirtió en emblema durante el período que se conoce como la Belle Epoque porteña . El edificio fue diseñado por el ingeniero C. F. González a pedido de Manuel Rosendo Fernández, un comerciante gallego. Y todavía mantiene el esplendor de su arquitectura clásica, con detalles en la decoración que son típicos de principios del siglo pasado.
En sus dos salones se suceden enormes vitrales checoslovacos,boiserie de roble de Eslovenia tallado artesanalmente, vitrinas de cristal biselado, arañas francesas y el logo de la Flor de Lis, símbolo de los Borbones, en todos los detalles y terminaciones. Y se conservan vitrinas con objetos históricos que van desde los juegos de porcelana o platería hasta los volantes con los que promocionaban su marrón glacé y las “empanadas de vigilia de las más ricas variedades”.
Como tantos bares clásicos de la Ciudad, la Confitería Ideal se hizo famosa por su orquesta de señoritas. Los sábados eran habituales las despedidas de soltera, aunque no de caballeros, algo que no estaba bien visto. Cuenta la historia que durante el tiempo que mantuvo su segundo mandato, el presidente Hipólito Yrigoyen mandaba a buscar palmeritas todos los días. Y que el General Juan Domingo Perón hacía llevar el servicio de lunch a la Casa de Gobierno.
Fieles a la tradición inglesa, el té de las 5 era toda una instituciónpara los habitués de la confitería: artistas, políticos y los representantes de la alta burguesía porteña. Y aseguran que lo sigue siendo, tanto con las masas finas como con el típico budín inglés, una receta que preservan desde hace años e incluye todo tipo de frutas abrillantadas, nueces, avellanas y castañas de cajú. Aunque las facturas que salen todos los días a las 7 de la mañana son muy bien consideradas por los vecinos y empleados de la zona. Todos los días reciben pedidos de los bancos, las oficinas y hasta los teatros de la calle Corrientes.
Claro que, si de emblemas se trata, es imposible pasar por alto la institucionalización de los sándwiches de miga. Era 1930 y un grupo de ingenieros ingleses que concurrían habitualmente insistieron para que el panadero horneara un pan parecido al de su tierra natal. La tradición se mantiene y hoy los siguen sirviendo en todas las combinaciones de sabores.
Tanto para los turistas como para los amantes del tango, el salón es sinónimo indiscutido de milonga. Entran y salen sin parar, en busca de una experiencia que los haga sentir algo de la mística del 2x4. Hay clases casi todos los días de la semana y en diferentes horarios, con profesores que dominan varios idiomas. Los domingos a la tarde se pueden llegar a cruzar entre 150 y 200 bailarines en la pista.
Alan Parker y Carlos Saura la eligieron como escenario para filmar sus películas “Evita” y “Tango”, respectivamente. El listado de “visitantes ilustres” incluye a Maurice Chevallier, Vittorio Gassman, María Félix, Dolores Del Río, Robert Duvall y Yoko Ono. La última vez que vino al país, el propio Sting se animó a tomar algunas lecciones de baile.
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