Los cafés notables porteños, espacios y costumbres en peligro de extinción

Farmacias, concesionarias y comercios de artículos plásticos vienen reemplazando, en algunos casos, el paisaje urbano que caracterizó a los barrios porteños durante décadas. Es que, a pesar de que en 1998 se creó en la Ciudad de Buenos Aires la Comisión de Protección y Promoción de Cafés, Bares, Billares y Confiterías Notables, desde entonces y hasta 2013 ya cerraron ocho de esos históricos espacios. Además, de los 75 de estos cafés que todavía se mantienen en pie, dos corren serio peligro de cerrar sus puertas para siempre.


Uno de ellos es London City, el clásico de Avenida de Mayo y Perú, que se convertirá en un restaurante en los próximos meses. En ese café del microcentro porteño, donde el escritor Julio Cortázar escribió su novela Los Premios, ya trabajan en la remodelación de sus instalaciones. De la estructura original del bar, fundado en 1954 y declarado notable en 2000, sólo se mantendrá la fachada por disposición del Ministerio de Desarrollo Urbano.                          
La otra amenaza de cierre yace sobre Los 36 billares, el bar notable de la Avenida de Mayo 1265, que en noviembre de 2013 fue vendido a la cadena de pizzerías La Continental. Recordado por sus tertulias y torneos de baile, este bar de 115 años de historia fue uno de los elegidos por Federico García Lorca en el largo tiempo que vivió en Buenos Aires.

Distinguidos. Un bar se convierte en notable cuando reúne los párametros trazados por la Comisión de Protección y Promoción de Cafés, Bares, Billares y Confiterías Notables de la Ciudad de Buenos Aires (CBN), integrada por miembros del Poder Ejecutivo, Legislativo y de las cámaras empresarias del sector. Según la iniciativa promovida en 1998 para resguardar estos espacios, entre los requisitos para ser "notable" se cuentan la antigüedad en el rubro de los cafés, cierta continuidad y características arquitectónicas particulares.
El Área de Protección Histórica impide que el inmueble donde funciona un bar notable sea transformado parcial o totalmente sin antes contar con un permiso del Gobierno porteño. No obstante, eso no impide que el dueño original pueda vender el bar y que los nuevos propietarios cambien de rubro. En Café Argós, ubicado en la esquina de Lacroze y Álvarez Thomas, los nuevos dueños modificaron la estética y rebautizaron el lugar como República ¡¡De acá!!, un espacio dedicado al karaoke. 
En 2010, un grupo de amigos armó la organización 54 Bares (por entonces apenas eran 54 los notables) para iniciar una recorrida y ayudar en su difusión: “Los bares de barrio hoy están amenazados porque no pueden tener una economía de escala para contar con productos a buen precio, muchos no tienen un espacio importante en la cocina para fabricar su propia pastelería, por ejemplo, y no queremos seguir viendo que los vecinos de la ciudad se juntan a llorar los cierres, cuando ya es tarde”, explicó el promotor del proyecto, Ítalo Daffra aPerfil.com.
"Estamos trabajando para crear una asociación civil, que pueda colaborar tanto con los bares a nivel difusión, pero no solamente desde la mirada comercial", añadió Daffra, que está desde hace cuatro años al frente de la iniciativa.
Leonardo Busquet, coordinador cultural del grupo Los Notables, trabajó en la restauración de cinco bares históricos de la ciudad: MargotBar de CaoEl FederalLa Poesía El Celta. Un proceso que, según recuerda, buscó rescatar el sentido estético de los bodegones tradicionales porteños.
La categoría "notable", más allá de la promoción y difusión de eventos semanales del Gobierno porteño, no incluye -explica Busquet- cobertura para las necesidades económicas urgentes de los dueños: "El título no implica un beneficio económico, impositivo, de promoción y mucho menos de protección". "Creo que esa ley original debería ser modificada a la luz de lo que ha sucedido con pérdidas realmente importantes. Cada tanto programa espectáculos gratuitos pero sin mayor difusión. Cuando uno reclama, dicen que no hay presupuesto", añade.
Presentación en la UNESCO. Hace una semana, el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi presentó ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) un pedido de declaración para que se reconozca el "Hábito cultural alrededor de tomar café en Buenos Aires".
"Acá no hablamos de bares notables o de sitios históricos. Eso es otra cosa. Lo que se debe mostrar son los hechos, las personas, los rasgos comunes que tiene el hábito de tomar café para que sea considerado único e irrepetible", explicó el funcionario macrista.

(*) De la redacción de Perfil.com

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