Miles de personas participaron del Vía Crucis en la Ciudad

Miles de personas participaron este Viernes Santo del Vía Crucis de la Ciudad en la Avenida de Mayo, evocación porteña de la pasión y muerte de Jesucristo en la cruz a la que el cardenal Mario Poli asistió mezclado entre la gente, como lo hacía su antecesor, el (hoy) papa Francisco.

En la representación de cada una de las estaciones se meditó sobre temas que preocupan al Papa y a la Iglesia como la lucha contra la droga, las víctimas de la trata, los linchamientos, la corrupción y la inseguridad.

La tradicional recreación de la vía dolorosa de Jesucristo partió desde la Plaza Lorea, en el barrio porteño de Congreso, donde el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Eduardo García, impartirá una bendición, antes del inicio de la celebración .

La procesión se inició a las 20 en esa plaza, ubicada en Avenida de Mayo y Luis Sáenz Peña, y recorre la avenida de Mayo hasta llegar a la Plaza de Mayo, en esta duodécima edición.

La peregrinación fue presidida por el Cristo del Buen Amor y la imagen de la Virgen Dolorosa, realizada en 1870.

Los fieles llevaron en andas una cruz penitencial de 15 metros de largo que pesa 130 kilogramos, como una expresión de solidaridad a Jesús y muestra de sacrificio.

Al igual que el año anterior y teniendo en cuenta la concurrencia de jóvenes, se sumó otra cruz de iguales características con 140 luces, que fue transportada por ellos, simbolizando su papel en la construcción del futuro, ya que según el Papa , los jóvenes "son la ventana a través de la cual entra la luz en el tejido social, imponiendo grandes desafíos".

Durante todo el camino de Cristo hacia el entierro, se contó con el acompañamiento de un coro y músicos.

EN PLAZA DE MAYO

Una vez que se llegó a Plaza de Mayo, se representó la crucifixión de Jesús, teatralizada por un grupo de actores en el marco de una escenografía desarrollada especialmente para el encuentro.

Esta celebración fue acompañada por integrantes de las colectividades extranjeras que viven en el país, simbolizando la universalidad del sacrificio de Jesús.

Por último, se desarrollaró la ceremonia del entierro de Jesús y fue recibido en la escalinata de la Catedral para quedar expuesto para veneración de los fieles en el altar mayor.

La Asociación Amigos de la Avenida de Mayo y el Arzobispado de Buenos Aires invitaron a los fieles "a asistir con su familia, amigos, y por sobre todo esperamos a gran cantidad de jóvenes".

Los organizadores señalaron que durante diez años, el papa Francisco presidió este Vía Crucis s, y su palabra hacia los jóvenes fue muy importante para acercarlos y apasionarlos en este camino de esperanza, oración y encuentro".

Asimismo, pidieron que los participantes lleven velas para encenderlas durante la recreación de las estaciones.

Agencia: DyN